Luis Andrés Prieto, Director General de SEA LATAM, comenta como nace la empresa y cómo incide la dinámica actual del mercado en el negocio.

¿Por qué deciden hacer empresa en medio de la mayor crisis económica del mundo de los últimos años?

Nuestra empresa es el resultado de muchos años de experiencia de los socios en diferentes rubros. Sabemos que es un momento difícil pero ahora más que nunca el mercado nacional y regional requiere de ofertas de valor con experiencia real y probada que ayuden a las organizaciones a trabajar de una manera profesional la gestión de sus activos generando sostenibilidad a largo plazo.

Hoy en día el riesgo no es solo profesional, ha cobrado mucha importancia el riesgo reputacional, el riesgo del impacto que se genera en el ambiente, los peligros y amenazas a nivel tecnología, entre otros factores. Es por eso que la gestión del riesgo debe abordarse de una manera buscando todo aquello que pudiera afectar la operación y los activos de los clientes.

¿Qué es lo que te hace sentir orgulloso de la empresa?

La mentalidad de los socios y su deseo de ofrecer un servicio integral que aborde los reales problemas de las compañías que tienen operaciones de alta criticidad.

Nuestra experiencia nos dice que los accidentes y los incidentes son el resultado de una cadena de eventos que al final confluyen sin control temprano en un evento desafortunado. No es necesario hoy en día aprender de los errores propios, así que una asesoría profesional e imagen que genere valor es realmente importante.

¿Cómo incide la dinámica actual del mercado en el negocio?

Es un momento en el que confluyen varios factores externos que afectan a toda la economía, pero especialmente la aviación ha sido golpeada muy fuerte, debido al temor que aún generan el transporte aéreo y a las restricciones nacionales e internacionales por el riesgo inherente al COVID-19.

Esto ha hecho que muchas compañías hayan dejado de operar alrededor del mundo, causando el despido de miles de trabajadores del sector. Se está viendo una reactivación, pero esto tomará tiempo en regresar a los niveles de crecimiento y rentabilidad que se preveían hace un par de años.

Por esta razón es que las organizaciones, hoy más que nunca, deben asegurar su operación, ya que el sistema en general está debilitado y los riesgos han aumentado considerablemente. No es hora de bajar la guardia ya que el accidente se nutre de estos factores y condiciones latentes que, por falta de personal, de recursos o por la necesidad de reactivar los vuelos rápidamente, están afectando al negocio.

¿Cuáles son los planes de crecimiento en los próximos años?

Inicialmente pensamos estabilizar la operación en el Perú para posteriormente expandir nuestra oferta a los países vecinos. Adicionalmente, estamos trabajando para ingresar a sectores diferentes a la aviación, como el transporte terrestre, marítimo y puertos, minería, Oil & Gas y RPA´s.

¿Cuál es el mayor desafío que enfrenta la aviación en la actualidad?

Consideramos que el mayor desafío es mantener los estándares de seguridad dentro de las metas que se habían trazado antes de la pandemia. Es indudable que el regreso a la “nueva normalidad” traerá bastantes cambios y esto generará riesgos adicionales a los que nos enfrentamos en la actualidad.

¿Cómo trabajar con los clientes para retornar a la actividad y adaptarse e la “nueva normalidad” después de la pandemia?

Es un tema bastante complejo y dependerá mucho del grado de reactivación y de la resiliencia del sector. Consideramos que es hora de formalizar muchos procesos críticos en la organización, viendo el negocio no solamente desde la parte operativa, sino como un todo.

En la medida en que el tema de la seguridad operacional tenga la importancia que merece y pueda trabajar de la mano con los procesos organizacionales, administrativos, logísticos, operativos, de mantenimiento y de aeronavegabilidad, podremos tener compañías mucho más fuertes y listas para afrontar los cambios que seguramente empezarán a venir.